Epicondilitis o codo de tenista
Seguro que casi todo el mundo ha escuchado alguna vez el término epicondilitis o codo de tenista, más comúnmente conocido. Pero, ¿sabes qué es realmente? Con esta entrada queremos acercarte a esta patología, cuáles son sus principales síntomas y soluciones.
Para ello empezaremos por el principio, ¿qué es el epicóndilo?:
La articulación del codo está formada por 3 huesos, el HÚMERO, el RADIO y el CUBITAL. En la parte inferior y externa del húmero se encuentra una protuberancia ósea, que se llama el epicóndilo lateral. En esa protuberancia se inserta la musculatura epincondílea.
¿Y qué es la musculatura epincondilea?
Es un grupo de 5 músculos cuya principal función es la extensión de la muñeca y dedos y la supinación (girar la mano para que la palma mire hacia el techo)
¿Por qué se produce una epicondilitis o codo de tenista?
La lógica podría hacernos pensar que solo afecta a gente que practique tenis o deportes de raqueta, pero no es así. Es una patología que afecta a la población en general, sin necesidad de realizar ningún deporte relacionado.
Causas de la epicondilitis o codo de tenista:
- Traumatismo directo sobre la zona
- Uso excesivo y repetido de esa musculatura (sin necesidad de grandes esfuerzos físicos, pero sí muy repetidos en el tiempo), que genera un exceso de carga en el tendón.
- Mala técnica o mala elección de material en personas que practiquen deportes de raqueta.
- Descompensación de fuerza de la musculatura epicondilea y epitroclear (que es la contraria)
¿Qué síntomas son los más frecuentes?:
- Dolor en el epicóndilo, que suele irradiar hacia el antebrazo.
- Pérdida de fuerza, que incluso puede obligarnos a soltar lo que tenemos en la mano. No es necesario que el objeto sea muy pesado. Suele empezar a notarse en tareas cotidianas como coger un vaso, un plato etc….
- La movilidad del codo no se ve alterada por norma general.
- Suele ser en la mayoría de los casos unilateral
¿Cómo podemos solucionar la epicondilitis o codo de tenista?
En esta entrada nos centraremos en el tratamiento de fisioterapia, que es el que a nosotros nos incumbe. El tratamiento debería comenzar lo antes posible después de aparecer los síntomas. Se pueden utilizar distintos tratamientos. Haremos un repaso por los que tenemos disponibles en nuestro centro:
- Aplicación de diatermia (INDIBA) en la zona de tendón y musculatura epicondílea. Para intentar reducir la “inflamación” de la zona y relajar la musculatura.
- Punción seca en musculatura epicondílea, para bajar la tensión de esa musculatura y así evitar que se “resienta” el tendón.
- Electroterapia local en el tendón. Como TENS, corrientes interferenciales, ultrasonidos o láser con el fin de conseguir la analgesia de la zona y la reducción de la inflamación.
- Vendaje neuromuscular o kinesiotape: después de la sesión de fisioterapia, para mantener el efecto del tratamiento.
- Ejercicios: para tonificar esa musculatura y reequilibrar fuerzas con la musculatura antagonista. Además esos ejercicios nos ayudarán también para mejorar la calidad del tendón (por este motivo no es recomendable un reposo absoluto de la zona).
Como siempre te decimos en Hélycis, tu salud es nuestra prioridad así que si tienes o crees tener una epicondilitis no dudes en ponerte en contacto con nosotras para consultarnos que pasos debemos dar en ese momento.